domingo, 11 de octubre de 2009

La visión de Carmen, el niño del Río



Me llamo Carmen Muñoz, tengo 10 años y vivo debajo de un puente en la orilla del río Calle Calle en el mismo puente Calle Calle. Este esta entre las calles Av. Prat y Av. España en Valdivia. Yo descanso y duermo donde no llega el agua. En la calle detrás de donde esta el puente donde vivo, hay una feria muy surtida donde llegan los campesinos con sus productos sembrados y cosechados por ellos mismos. Durante el verano esta feria es muy visitada por los turistas que compran recuerdos hechos por los artesanos del lugar. Y lo más increíble y novedoso es que llega allá un lobo marino que muerde a las personas sin hacerles daño y les causa mucha admiración. Juego mucho fútbol y muchas veces se me cae la pelota al río, entonces yo tengo que ir a buscarla aunque para mi no era muy malo tener que ir a buscarla siempre porque a mi me gusta bañarme en el río. Esta era mi vida diaria. Hago esto todos los días y estoy feliz. En general no paso hambre porque en la calle de atrás del río, una señora llamada Soledad me da fideos y jugo de naranja. Otra señora llamada Teresa (pero yo le digo Teruca) me enseña un poco de matemáticas, lenguaje y sociales para no ser tan ignorante. El único problema es que ella vive al otro lado del río. También tengo amigos como Pablo y Patricio pero le decimos Pato. Me gusta jugar fútbol con ellos y una vez cuando fui a buscar la pelota al río, salí con una tripa de pescado y con sangre en los zapatos. Desde entonces, todos los días veo tripas y sangre de pescado. Cuando yo iba a estudiar, antes yo lo hacia nadando pero ahora yo me hice un barco de madera y lo uso para cruzar el río. Yo trate de averiguar de donde venían esas cosas. Pero no me resultó. Mi vida siguió así hasta los 18 años. Desde ahí junte plata para comprarme unas ovejas. Trabaje en el fundo de Don Tito. Junte peso a peso y lo use para comprarme un campo chico pero estoy conforme. Después de un tiempo mis ovejas empezaron a reproducirse y tuve muchos corderos. Cuando empecé a tener más plata y más ovejeros para cuidar mis ovejas, quise dedicarme a otra cosa. Mi otra dedicación fue lograr tener mi propia empresa. Una pescadería que tenia conexión con el río Calle Calle donde yo vivía. Ahí fue cuando vi a los empleados de la pescadería limpiando a los pescados y le sacaban las tripas para luego tirarlas al río. En ese momento fue cuando tuve esa visión y me acorde … cuando fui a buscar la pelota y salí con la tripa de pescado y el zapato lleno de sangre. Entonces decidí que debería hacer algo para parar esta contaminación del agua de este río. Decidí que cada vez que se saquen los órganos de los pescados, se debería hacer un hoyo muy profundo para poner los interiores y deshechos de los pescados. Esta tarea la quise hacer yo mismo así que me puse los guantes y empecé a hacer hoyos en todas partes. Debido a todo esto, me empecé a hacer mas famoso y me pagaban más plata pero esto no pasó porque sea modelo o alguien de la farándula, si no que por ayudarme a mi y a todo el mundo que podría llegar a estar en mi posición o vivir bajo este mismo puente al lado del río Calle Calle. Desde entonces el río Calle Calle a estado mucho mas limpio, no tiene sangre ni tripas de pescado. De hecho esta muy limpio y se ve el fondo no como pasaba antes de que se me ocurriera esta idea. Con el dinero que obtuve de mi empresas, usé una parte de él para construir media-aguas a los que viven debajo de un puente en Valdivia. Al reflexionar de todo lo que había hecho, sentí una gran satisfacción por haber aportado a ayudar para vivir en un mundo confortable, limpio y mucho mejor.

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